Era un sabado por la mañana, me levanté ansiosa con ganas de ir a hípica, como cada dia a ver a mi precioso caballo Trueno. Me duche y me vestí, y después de desayunar un buen bol de creales, me fuí directa a hípica. Me llevó mi madre en coche y después se fué a trabajar. Me dirigí a los establos para sacar a mi caballo de la cuadra le duche, lo cepille, le puse la silla y el bocado y fui directa a la clase . Al llegar a las pistas me encontré a mi maestro, estaba muy contento, no le pregunté porqué, pero me alegraba, ya que mi maestro es muy estricto en las classe aunque tambien es muy buena persona y lo conozco desde que empeze a montar con 5 años. Rapidamente, antes de que pudiera llegar a donde él estaba me empezó a hablar:
Maestro: Que tal estás ______?
Tu: Muy buen, hoy hace un buen día para montar J...Y tu que taal?
Maestro: (con una sonrisa de oreja a oreja en la cara) Perfectamente, tengo que contarte una cosa maravillosa!
Tu: Soy toda oídos
Maestro: Tienes que prepararte lo mejor que puedas porque... En dos semanas es el Horse-Riding-Contest! Y esta vez ya tienes la edad mínima para concursar, y sobretodo ganar! J
Tu: No se... tu crees?
Maestro: Te lo aseguro, te he visto montar desde que empezaste y has mejorado siempre porque te esfuerzas mucho. Aparte tienes un talento natural se nota que tu y tu caballo sois un equipo, y cuando estais en la pista sois magicos.
Das la clase y cuando acabas a mediodia tu madre te viene a buscar, os vais a casa tu te vuelves a duchar y te cambias de ropa. Vajas corriendo a comer. Por la tarde vas al cine con tus amigas beliebers a ver Never Say Never (tu ibas por acompañar no eres anti-bieber pero tampoco beliber). Al dia siguiente...(mas en el proximo capitulo)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada